3 de marzo de 2013

Jóvenes de palabra

A varias personas no les importa tener credibilidad frente al resto, es decir, no les importa que el resto diga de ellos que son personas en los cuales no se puede confiar, personas que no pueden mantener un secreto, personas que llegan tarde o personas a las cuales no se les cree ni la risa.

Y eso talvez te de risa, pero a Dios no. Pues nosotros como sus hijos, somos los llamados a ser como él, jóvenes de palabra, que reflejemos el carácter de Jesús en nuestra vida, que se note que él vive en nuestras vidas. Es así que cuando te ofrezcan beber licor, drogarte, pecar tu digas con convicción NO. Pero recurramos a la palabra de Dios para analizar lo que Jesús nos enseña:

"También han oído que se dijo a sus antepasados: 'No faltes a tu juramento, sino cumple con tus promesas al Señor.' Pero yo les digo: No juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. Tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes hacer que ni uno solo de tus cabellos se vuelva blanco o negro. Cuando ustedes digan 'si', que sea realmente sí; y cuando digan 'no', que sea no. Cualquier cosa de más, proviene del maligno."
              Mateo 5: 33-37


Jesús es muy claro cuando nos dice NO JUREN, porque básicamente juramos por cosas que no nos pertenecen, por cosas muy importantes. Por ejemplo juramos por nuestra madre, por nuestro trabajo, por nuestra vida, etc; cosas que a la final no son nuestras sino de Dios. Y lo peor que juramos por cosas que no vamos a cumplir, es por esto que muchos pierden esa credibilidad ante el resto.

Personalmente la parte que mas me gusta es cuando mi Señor nos manda a que nuestro si sea si y que nuestro no sea no, pues para algunos el no cumplir con su palabra o cumplir con lo que ofrecemos no es importante. No importa que alguien te necesite, que confíe en ti, no importa el lastimar el corazón de alguien más. Y me puedes decir exagerado o lo que tu quieras, pero no te gusta cuando alguien en quien tu confiabas te falla, porque tu asumías que esa persona cumpliría lo que te ofreció, sea tu papá, mamá, herman@s, amigos, etc. 

Sin embargo no solamente se refiere a esto, sino que también cuando nosotros le 'ofrecemos' a Dios cambiar de actitud, le lloramos y le prometemos o juramos que vamos a cambiar y dejar de pecar; y sin embargo, volvemos a pecar, volvemos a caer en lo mismo.

Obviamente, nosotros somos débiles y podemos caer en la tentación en algún momento, pues no somos perfectos. Me refiero en el sentido en el que pecamos estando conscientes de que estamos fallando y así con nuestra actitud pisotear todo el amor de Dios. Y quiero confesarte, que este fue el gran error de mi vida durante mucho tiempo.

Finalmente, meditemos en que el cambio siempre empieza por nosotros. Si queremos que el resto pueda ver en nosotros a un cristian@ confiable, debemos comenzar confiando plenamente en Jesús; cumpliendo así como Él lo que decimos.

Dios te bendiga
DC

Nota: Las imágenes mostradas fueron tomadas del blog texasswimming y blog.tetti.de, respectivamente.

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