27 de enero de 2013

¿Te consideras esclavo del algo?

Para muchos la repuesta a esta pregunta es un rotundo NO, pero quiero que pensemos más acerca de la respuesta. Pues ahora que somos jóvenes no necesariamente somos los hijos que Dios espera que seamos, los hombres y mujeres en constante preparación, adoradores en espíritu y en verdad. Y obviamente no es que solamente los jóvenes son los pecadores sino todos, por eso el tema de la semana.

Recordemos que todos somos pecadores, y por lo tanto somos esclavos del pecado. Esclavos del licor, tabaco, pornografía, sexo fuera del matrimonio, mentiras, drogas, etc.

Una vez un pastor de mi Iglesia, decía que si queremos saber si somos esclavos de algo nos preguntemos si lo podemos dejar en este mismo instante, es decir, si desde ahora decidimos ya no hacerlo o practicarlo más. Si regresas a hacerlo es porque no eres libres con respecto a eso. ¿Has escuchado eso de que "yo lo dejo cuando quiero", pero al final no es verdad? Generalmente pasa eso, porque uno trata de hacerlo con sus fuerzas, y créeme cuando te digo que no es fácil.

Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo:
- Si se mantienen fieles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad y la verdad les hará libres.
- Nosotros somos descendientes de Abraham - le contestaron -, y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir que seremos liberados?
- Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado - respondió Jesús.- Ahora bien, el esclavo no se queda para siempre en la familia; pero el hijo si se queda en ella para siempre. Así que si el Hijo los libera serán verdaderamente libres.
Juan 8: 31 - 36





Definamos claramente que el único que puede liberarnos de nuestras cadenas es Jesús, no tus amigos, tu pastor, tu Iglesia, la estatua de madera al cual muchos llaman santo o un hombre llamado padre. Pero talvez te estés preguntando ya que si tú no eres esclavo de nada de esas cosas entonces por qué deberías arrepentirte.  Te quiero decir que Dios no es alguien como nosotros al cual podemos engañar, pués está contigo en todo tiempo y sabe lo que haces.



Finalmente ten presente que Dios cumple lo que dice, y si dice que el pecado trae consecuencias negativas a tu vida; es porque es cierto, porque tendremos consecuencias de nuestro pecado. Entonces, ¿por qué seguir pecando? No es tan fácil lo sé, pero el querer obedecerlo es el primer paso.

Dios te bendiga
DC

Nota: Las imagenes mostradas fueron tomadas de sajanajoyecmafrica, respectivamente.

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