20 de enero de 2013

¿Resentid@?

Generalmente cuando alguien nos ofende o lastima nos molestamos a tal punto de no querer saber nada de esa persona y esperamos que se acerque hacia nosotros porque fue él o ella quién nos ofendió con lo que hizo o lo que dijo, y no nosotros. Típicamente podemos darnos cuenta cuando alguno de nuestros amigos está enojad@ con alguien con frases como: "Si él o ella va a ir, yo no voy".

Es tan grave este tema que puede convertirse en algo inmanegable, que puede durar años. Es así que cuando se encuentran estas personas despúes de años, siguen sin hablarse y sin verse, incluso cuando muchas veces no saben ni por qué se enojaron hace tantos años atrás.

Quiero que medites un momento en la importancia que tiene el vivir el día a día para el cristian@, pués no sabemos si es que Dios nos permitirá vivir un año más, si es que estaremos aquí para cumplir todos los sueños que hemos puesto en las manos de Dios, y por lo tanto si es la última oportunidad para estar en paz con tod@s.

Por eso es tan importante que como cristian@s nos demos cuenta que el dolor que podemos sentir por las cosas que hizo esa persona y el sufrimiento que nos causó no duren por siempre en nuestro corazón, pués de lo contrario no podremos ser completamente libres que es como Dios lo quiere.

Pero recurramos a la única verdad que proviene de la palabra de Dios:

"Pero yo les digo que todo el que se enoje con su hermano quedará sujero al juicio del tribunal. Es más, cualquiera que insulte a su hermano quedará sujeto al juicio del consejo. Pero cualquiera que lo maldiga quedará sujeto al juicio del infierno.
Por lo tanto, si estás presentado tu ofrenda en el altar y allí recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda allí delante del altar. Ve primero y reconcíliate con tu hermano; luego vuelve y presenta tu ofrenda."
Mateo 5:22-23

Date cuenta la importacia que Dios le da a nuestros resentimientos o enojos con nuestros herman@s, ya que en el pasaje nos dice que prefiere que te reconcilies primero con él o ella y que estés a cuentas con tu Dios antes que le ofrezcas tu dinero o tu tiempo.

No es más importante el tiempo que ayudemos a nuestros demás hermanos si no hemos podido olvidar la ofensa que esa persona nos hizo. Recuerda que Dios te perdonó tus pecados, los cuales causaron mucho dolor en el corazón de nuestro Dios; como no hacerlo nosotros que somos simplemente personas y que tarde o temprano seremos juzgados por el único justo: Jesús.

"El falto de juicio desprecia a su prójimo, pero el entendido refrena su lengua."
Proverbios 11:12

Dios te bendiga
DC

Nota: Las imágenes mostradas fueron tomadas de getrelationshipsright y ehow, respectivamente.

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