18 de noviembre de 2012

El deseo de Dios

Recordemos que la semana pasada hablamos un poco acerca del pecado, en donde dejamos claro que si seguimos en nuestro estilo de vida basado en el pecado y conscientemente no lo abandonamos, seremos condenados al infierno.

Pero también hablamos al final que hay una esperanza, es decir, que si nos arrepentimos y cambiamos nuestra forma de vivir podremos recibir la vida eterna. Y no te dejes engañar, porque la salvación no se gana por obras como vimos en una entrada anterior, sino solamente por la fe en Jesús. 

Ahora leamos un pasaje en donde Dios nos afirma que no quiere que nadie se pierda, y en donde nos muestra ese inmenso amor que nos tiene:

"Yo no quiero la muerte de nadie. ¡Conviértanse, y vivirán! Lo afirma el Señor omnipotente."
Ezequiel 18:32

El mensaje es claro, busca salvar tu vida. Pués te diste cuenta que estás en pecado y que quieres cambiar tu forma de ser, para que sea Jesús quien te enseñe la manera en la cual ahora vivir y te muestre el camino a seguir.

Pues ahora sabes que Dios no quiere que te pierdas, que te condenes, sino que ya que sabes la verdad y eres consciente de que tu pecado te ha condenado. Pero así mismo has oído la buena nueva, la palabra de vida, que es que en Jesús tienes salvación que esa condenación se anula por el inmenso amor de Dios por ti al dar a su hijo como sacrifio por tus pecados y los míos.

"Así que soméntanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Pecadores, limpiense las manos! ¡Ustedes los inconstantes, purifiquen su corazón!"
Santiago 4:7-8

Finalmente puedes leer esta entrada anterior si es que tú quieres orar y pedir a Jesús que sea tu salvador.

Dios te bendiga
DC

Nota: La imagen mostrada fue tomada de la página freecdtracts.

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