30 de marzo de 2014

Carta a un adolescente indeciso

Aunque ya no soy un adolescente; en esta ocasión quiero hablarles a los que si lo son o los que talvez se sienten identificados con esta etapa de la vida. Y en mi caso atravesé por momentos de no sentirme parte de un grupo social. Y esto pienso que es algo importante para la vida de un chic@ de esta etapa o edad.

Es común que en esta etapa de nuestras vidas queramos imitar muchas de las actitudes que vemos en las personas populares, como gestos al hablar, palabras, forma de caminar, etc. Pero es necesario que te pongas a analizar antes de aplicarlos en tu vida. Nacer en una familia cristiana no es un requisito para comportarte como tal. Si Dios a puesto en tu corazón el ser diferente, el alejarte de esas personas o circunstancias que sabes que no son lo correcto, pués es Dios quien te ha escogido para que seas portador de su voz a través de tu vida.

Analiza, piensa y ora si las cosas que vas a hacer glorifican el nombre de tu Dios. Puede ser que en la fiesta a la que te invitaron el fin de semana ya sepas de antemano que va a haber licor, tabaco, drogas o sexo. ¿Piensas que deberías ir? Va a la ser la fiesta de la que se va a hablar en todo el año escolar. ¿Deberías perdertela?

Analicemos un poco la situación. Por un lado si decides ir, serás uno más de los que asistieron a la gran fiesta, probablemente podrás ver al chic@ que te gusta e incluso puede que pase algo más, si quisieras pudieras tomar, fumar, drogarte y lo que quieras. En fín, mucha diversión, de la que el mundo llama "la buena, simplemente vivir la vida".

Por otro lado, si decides no ir a la fiesta no vas a tener de que conversar. Probablemente te hagan a un lado tus amigos por no haber ido y no entiendas nada de lo que están hablando. Pasarás en tu casa, talvez viendo una peli, jugando en tu consola, leyendo o lo que sea para pasar el rato antes de dormir.

¿Cuál de las dos opciones es la que más te agrada? La verdad solo lo puedes saber tú y Dios. Y yo no te voy a juzgar si te decides por la primera opción. Los dos tenemos libertad para escoger y por lo tanto decidir lo que queremos hacer en cada día de nuestra vida. Pero si quiero contarte mi experiencia y obviamente recurrir a la palabra de Dios para ayudarte a decidir si es que todavía no lo puedes hacer.

Todas las veces que he hecho algo que no se supone que debía hacer me he arrepentido. En varias ocasiones no al instante, ni al siguiente día o al mes. Sino mucho tiempo después e incluso años. Cuando lo hice no me parecía la gran cosa, ni que hubiera asesinado o algo como para que fuera el gran pecado. Pero no fue sino hasta después de un tiempo en que me di cuenta que lo que hice estuvo mal y ahora muchas de esas cosas me hacen sentir verguenza y muy malo delante de los ojos de mi Dios.

Algo que no puedo cambiar ahora es el pasado. Pues lo que hice ya lo hice. No puedo regresar mis pasos y no haberlo hecho. Ya lo hice. Ya las cosas no pueden cambiar. Me siento mal porque no cumpli una promesa, porque muchas de esas cosas me hicieron de un hombre infeliz porque llevo una mancha en mi vida.

"Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que interpreta rectamente la palabra de verdad.
Evita las palabrerías profanas, porque los que se dan a ellas se alejan cada vez más de la vida piadosa." 
2 Timoteo 2:15-16

Recuerda amig@ que los grandes vicios, esos que ves en las series o documentales de gente en drogas, inmoralidad sexual o alcohol empezaron con una probadita. Muchos podrán salir si lo llegan a probar pero otros no lo podrán hacer y esa primera vez los convertirá en adictos.

Lo que te quiero decir es que hay muchas cosas en las que pensar antes de decidirte a hacer algo, muchas personas en las que pensar, muchas cosas en juego. Lastimosamente no es algo que pensamos, pues es más grande nuestro deseo de pecar que todas esas cosas que hemos aprendido o nos han enseñado.

Sin embargo, el pecado que cometamos va a estar ahi. Muchas veces por mucho tiempo. Es verdad que Dios nos limpió de todo pecado en la cruz, pero eso no significa que cada día podemos seguir viviendo la misma vida de la que antes de nuestra confesión de que Jesús sea nuestro salvador era.

Pero al final, el que decides eres tú mi querido amig@. ¿Vas a ir?

Dios te bendiga
DC

16 de marzo de 2014

El viaje - Compilación

Hace tiempo hablamos sobre el viaje que como cristian@s vivimos, y que no se refiere sino a nuestra vida diaria que está compuesta de momentos de dificultad y alegría. La serie se tituló el viaje, porque era necesario que recordáramos que nosotros al ser hij@s de Dios estamos a la espera que Jesús venga por segunda vez a llamarnos por medio del arrebatamiento al reino de Dios como lo vimos también en un tema anterior. Una vez entendido el nombre de la serie, podemos hablar un poco más sobre lo que vimos en las entradas:

El viaje I: Hablamos de que el pecar es escoger el camino más fácil, mientras que el seguir y por lo tanto obedecer a Jesús es el difícil. Además nos preguntábamos ¿por qué tener que esperar hasta ese momento de nuestras vidas para regresar a ver a Dios, para recordar que Dios existe y para recién en ese momento darnos cuenta que lo necesitamos?

El viaje II: Definimos el camino de nuestro viaje, dándole un único nombre: JESÚS. Y hablamos de que cuando le dejamos entrar en nuestro corazón y a nuestra vida ya no se trata de nosotros sino de Él.

El viaje III: Hablamos de que nuestro viaje estará lleno de sufrimiento, dolor, alegrías y felicidad, pero recordamos que Jesús nos dijo que nos animemos pues Él ya ha vencido al mundo.


Recordemos que podemos tener much@s fallas como personas, que las personas nos van a lastimar, a ofender y que nosotros también lo haremos a lo largo de nuestro viaje. Pero nuestro fin en esta tierra no es sino seguir a nuestro salvador Jesús, y a nuestro todopoderoso Padre que nos demuestra cada día que nos ama, permitiendonos ver y disfrutar un nuevo día.

Puede que estés pasando por momentos díficiles en tu vida o por la mejor época de felicidad, pero en cualquiera de las dos, debemos alabar el nombre de nuestro Dios por ser tan bueno con nosotros, por todas las bendiciones que hemos recibido y por las que vendrán. Porque cuando el mundo cree que toda la esperanza se a perdido, nosotros los cristian@s sonreimos al recordar que vivimos con ella.

Dios te bendiga
DC

9 de marzo de 2014

El amor a nuestros padres

Ya que much@s de nosotros todavía tenemos la bendición de contar con una familia que esta a nuestro lado y que estará con nosotros a pesar de las circunstancias adversas que vengan a nuestra vida. Esta semana quiero hablar un poco acerca de nuestra familia, que en la mayoría de los casos está compuesta de nuestros padres y herman@s.

Lo primero y necesario es que podamos valorar y respetar a nuestros padres, es tan importante que nos demos cuenta que lo que sembramos ahora es lo que cosecharemos en el futuro, que es mucho mejor si nos damos cuenta ahora que estamos jovenes, pues lo cosecharemos mientras estemos jovenes tambien.

Una manera de valorar a nuestros padres es escuchando esa sabiduría que Dios a puesto en sus vidas al transcurrir sus años en la tierra, pues nuestros padres no van a querer que caigamos o hagamos lo mismo que ellos hicieron sabiendo que las consecuencias no serán buenas. De la misma manera es muy importante que respetemos a nuestros padres, y una manera de hacerlo es obedeciéndoles.

Tu como cristian@ estás llamado a dejar una huella en medio del ambiente en el que te desenvuelves, y lo puedes hacer al obedecer a Dios y hacer lo que te manda. No porque todos tus compañeros o amigos de clases traten mal a sus padres, quiere decir que esa es la manera en la que se los debe tratar. Puede que veas o tengas amigos cercanos que traten de manera despectiva a sus padres, pero no por eso lo debes hacer tú. Sino todo lo contrario, pues pon atención a lo que Dios nos manda a nosotros como hij@s:

"Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre - que es el primer mandamiento con promesa - para que te vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra."
Efesios 6:1-3

Recuerda que si Dios así lo permite, algún dia llegaremos a ser padres; y eso que sembramos cuando fuimos hij@s se verá reflejado en nuestros hij@s. Cosecharemos esas groserías, maltratos o insultos pues nuestros hij@s crecerán viendo ese ejemplo; viendo como les tratabas a tus padres y sus abuelos y entonces serás tú el que recibe esos mismos tratos y palabras que un momento les dijiste. Y cuando lleguen esos momentos vendrán a tu mente estas palabras y te harán recordar que lo que tu sembraste ahora simplemente lo estás cosechando.

Recuerda que son tu autoridad en la casa, impuestas por Dios. Y como ya comprenderás es nuestra obligación respetarlos, pues es una orden de nuestro Dios.

"Todos deben someterse a las autoridades públicas pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él. Por lo tanto todo el que se opone a la autoridad se rebela contra lo que Dios ha instituido. Los que así proceden recibirán castigo."
Romanos 13:1-2

Y cuando lleguen esos problemas y diferencias con nuestros padres tengamos en mente que estamos bajo su autoridad, ya que no estamos exentos de discusiones por ser una familia cristiana; pues todavía seguimos siendo humanos y por lo tanto propensos a pecar. Lo que trato de decir es que al ser cristianos, debemos mostrar a nuestra familia ese amor que hablábamos en un tema anterior. Pueden venir muchos problemas y discusiones con nuestr@s hermanos o padres, pero queda en nosotros el detener nuestra lengua al responder algo grosero, insulto o algo que lastime a nuestros seres queridos.

Porque no se puede decir que se ama a Dios si no amamos a nuestros hermanos. Obviamente esto se aplica a todas las personas, pero en nuestro contexto es necesario aclarar que Dios no nos esta sugiriendo que amemos a nuestra familia, sino que debemos hacerlo porque es un mandamiento de parte de nuestro Dios.

"Si alguien afirma: <<Yo amo a Dios>>, pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto. Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano."
1 Juan 4:20-21

Dios te bendiga
DC

Nota: Las imágenes mostradas fueron tomadas de webneel y redorbit, respectivamente.

3 de marzo de 2014

Envidia

Quiero comenzar este tema diciendo que lo que tienen los otros es porque Dios así lo a permitido, incluso a las personas que no son cristian@s. Pues Dios hace que salga el sol sobre buenos y malos, y no pienses que tu eres parte de los buenos, porque todos nosotros necesitamos de Jesús para que nos limpie de nuestros pecados.

"No envidies en tu corazón a los pecadores; más bien, muéstrate siempre celoso en el temor del Señor."
Proverbios 23:17

Sin embargo muchos de nosotros que nos llamamos cristianos hemos tenido o tenemos envidia por personas del mundo, que no conocen a Dios. Algunos pueden decir incluso que a ese chic@ le va bien en la escuela, amigos, familia y no es cristian@ y yo que si lo soy no me va tan bien como el/ella, sientiendo así envidia porque no tienes las cosas que la otra persona si.

Leamos juntos este pasaje en donde a Moisés le vienen a contar acerca de dos hermanos que están profetizando, y veamos lo que contesta:

"Dos de los ancianos se habían quedado en el campamento. Uno se llamaba Eldad y el otro Medad. Aunque habían sido elegidos, no acudieron a la tienda de reunión. Sin embargo, el Espíritu descansó sobre ellos y se pusieron a profetizar dentro del campamento.
Entonces un muchacho corrió a contárselo a Moisés: -¡Eldad y Meldad están profetizando dentro del campamento!
Josué hijo de Num, uno de los siervos escogidos de Moisés, exclamó:
-¡Moisés, señor mío, deténlos! Pero Moisés le respondió:
-¿Estás celoso por mí? ¡Cómo quisiera que todo el pueblo del Señor profetizara, y que el Señor pusiera su Espíritu en todos ellos!
Entonces Moisés y los ancianos regresaron al campamento.
Números 11:26-30

Es necesario que leas el capítulo entero para que comprendas en contexto en el que se encuentra este pasaje, en el que Moisés por más que estaba cansado de las quejas del pueblo no envidia que sea el único que pueda profetizar sino que el mismo pide a Dios por ayuda, para que sean otros quienes también puedan tener las mismas responsabilidades que él tenía.

"Yo solo no puedo con todo este pueblo. ¡Es una carga demasiado pesada para mí! Si éste es el trato que vas a darme, ¡me harás un favor si me quitas la vida! ¡Así me veré libre de mi desgracia!"
Números 11:14

Nosotros como cristianos, que tenemos el amor de Dios en nuestra vida, debemos alegrarnos e impulsar a los demás a superarse. Deseando el bien y orando por ellos, incluso por aquellas personas que no son nuestros amigos y parientes.

Piensa en que tú tienes lo que tienes porque Dios lo a querido. Sencillamente porque Dios a querido darte lo que tienes, porque TE AMA. Pero no como muchos de nosotros que vemos que nuestros amigos tienen un mejor celular, computador, etc y es el comienzo para que envidiemos lo que él o ella tiene.

"Cruel es la furia, y arrolladora la ira, pero ¿quién puede enfrentarse a la envidia?"
Proverbios 27:4

Es necesario que primero valoremos lo que tenemos antes de envidiar la prosperidad de los demás. Porque mucha gente está queriendo lo que tu tienes y sin embargo tú buscas tener lo que otros tienen. ¿Pero de qué sirve tener muchas cosas materiales sino no tenemos amor en nuestra casa? Debemos dar gracias a Dios por tener las cosas materiales y sobretodo a nuestra familia y padres, porque al pasar de unos años y sobretodo cuando seamos padres o madres, entenderemos lo valioso que es tenerlos con vida.

Dios te bendiga
DC

Nota: La imagen mostrada fue tomada de la página scienceofrelationships.