10 de agosto de 2012

Oración II

Continuando con el tema de la semana anterior, en esta ocasión me quiero referir a un aspecto muy importante de lo que NO es la oración.

La oración no se refiere a vanas repeticiones, y en este punto quiero ser claro; porque no quiere decir que no se pueda orar con oraciones ya escritas o conocidas, porque el mejor ejemplo de esto es el 'Padre Nuestro', oración que Jesús mismo nos enseño:

"Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas libranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén."
Mateo 6:9

Tampoco se refiere a que no se puede repetir oraciones, porque en el cielo los ángeles lo hacen continuamente alabando el nombre de Dios:

"Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir:
Santo, santo, santo
es el Señor Dios Todopoderoso,
el que era, el que es, y el que ha de venir." 
Apocalipsis 4:8

Lo que se debe tomar en cuenta es que la cantidad no representa calidad, es más importante realizar oraciones de calidad, y sobre todo sintiendo cada palabra, entendiendo de que estamos en comunión con nuestro Dios y que por lo tanto le debemos respeto y honor.

Dios te bendiga
DC 

Nota: La imagen mostrada fue tomada de la página congregacionesmarianas.

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