Es importante recalcar que un@ cristian@ debe amar a su prójimo y esto quiere decir mucho más que velar por los demás; significa respetar, considerar, ayudar, orar y amar. Y es por esto que el ayudar a los demás es parte identificativa de un cristian@ y es de lo que hablaremos un poco en esta semana.
Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti,
como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser
alabados por los hombres, de cierto os digo que ya tienen su recompensa.
Mas
cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha,
para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te
recompensará en público.
Mateo 6:2-4
Aunque muchos cristian@s hacen bien con ayudar a los que necesitan de su ayuda, no lo hacen con la actitud correcta, no lo hacen por servir sin nada a cambio sino que buscan su benificio o que en algún momento sea devuelto el favor.
No es necesario que digas a tu familia, amig@s o parientes que vas a ayudar a alguien, simplemente hazlo, y cuando lo hagas tampoco vayas a contárselo a los demás porque no eres tú él/la que debe ser glorificad@ sino solamente Dios.
Dios sabe exactamente lo que haces y has hecho, y más importante sabe con que actitud lo has hecho, por lo que si tu forma de ayudar es sincera, Dios mismo te exaltará en cierta medida pero por supuesto es para que lo sigas alabando y glorificando solo a él.
Dios te bendiga
DC
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