Es muy importante que tengas claro que el privilegio de ser llamado un hij@ de Dios sólo se dará si crees en su nombre y lo recibes en tu corazón, pues como dice en su palabra:
Más a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios. Estos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad humana, sino que nacen de Dios.
Juan 1:12-13
Por lo tanto, debemos recordar que no somos hij@s de Dios sólo con decirlo o creerlo sino que se necesita de nuestra confirmación a través de creer en su nombre y por lo tanto el de su hijo Jesús.
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