Momentos de dolor a través de una enfermedad no es ajeno a nadie o por lo menos a alguno de nuestros familiares. Pero muchas veces confundimos a la enfermedad como una maldición de parte de Dios para nuestras vidas, y no nos damos cuenta que TODO lo que vivimos es para nuestro bien.
Talvez en el dolor de una enfermedad no te das cuenta de la bendición que recibirás y talvez si le preguntas a Dios nunca te diga cuales fueron sus razones o porque lo permitió. Lo más importante es recordar que el amor de Dios por nosotros es muy grande y que si él lo permitió es para glorificar su nombre.
La base bíblica está en Juan 9:1-3.
A su paso, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento. Y sus discípulos le preguntaron:
- Rabí, para que este hombre haya nacido ciego, ¿quién pecó, él o sus padres?
- Ni él pecó, ni sus padres - respondió Jesús-, sino que esto sucedió para que la obra de Dios se hiciera evidente en su vida.
Aunque el pasaje es claro, es necesario resaltar que una actitud común es confundir que una enfermedad o discapacidad como en este caso es una consecuencia del pecado a través de una maldición. Pero lo más importante es lo que Jesús respondió; en donde deja en claro que en nuestras enfermedades, debilidades o discapacidades Dios se glorifica.
Por lo tanto, deja en manos de Dios tu enfermedad y confía en él, quien tiene el poder de obrar un milagro en tu vida y si la voluntad de Dios es que continues con tu enfermedad recuerda aceptar su voluntad teniendo en mente que servirá para su gloria.
Dios te bendiga
DC