Muchas veces los jóvenes cristianos caemos en la tentación de este mundo, en la presión de nuestros amig@s y nos alejamos de Dios para volvernos a un pasado lleno de desenfreno y libertinaje. A esto se refiere el tema de la semana, el estar un pie en Dios y el otro en el mundo.
Más claramente lo que quiero decir es que aunque asistamos todos los domingos a la Iglesia, participemos de un ministerio, hablemos a otros de Dios; todo esto no quiere decir necesariamente que somos cristianos verdaderos, pues en nuestra casa podemos ser rebeldes o irrespetuosos con nuestros padres, mentir en nuestra escuela o seguir bebiendo con nuestros amigos.
"Conozco tus obras; sé que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueras lo uno o lo otro! Por tanto como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, estoy por vomitarte de mi boca."
Apocalipsis 3:15-16
Hay algo que debemos comprender, y que me costó mucho tiempo entenderlo; es que Dios murió por nosotros por completo, es decir, no quiere solamente tu vida los domingos, te quiere todos los días de tu vida, quiere tu amor y obediencia en cada momento de tu vida. Hay mucha gente que piensa que con ir a la Iglesia un día a la semana ya ha cumplido con Dios y que por lo tanto esta todo bien en su vida. Pues esto no es necesariamente cierto, puesto que el verdadero cristianismo es vivir de acuerdo a como Jesús nos enseña en su palabra en cada momento, en cada día.
Algunas personas dirán que no van a la Iglesia todos los días porque no quieren ser fanáticos u otras dirán que con un día a la semana basta para ellos. La realidad es que nosotros necesitamos de Dios todos los días de nuestra vida, pero hay muchas personas que no lo quieren aceptar y creer que ellos mismos son sus propios dioses.
Es importante que tomemos en cuenta que nosotros como hij@s de Dios, como su creación necesitamos de Dios y lo peligroso que es jugar con fuego cuando pecamos. Puesto que el pecado hace que nosotros nos alejemos de Dios; y ten cuidado que no digo que el cristiano no peca, estoy diciendo que como cristianos vamos a caer en tentación y pecar, pero no vamos a vivir en el pecado, que es muy diferente.
Necesitamos pedirle a Dios, cada día de nuestras vidas que sea Él quien nos permita ese día vencer a las tentaciones que se nos presenten y que nos permita ser fuerte en las debilidades que tenemos, pues cada día es una lucha en la que podemos salir vencedores con Jesús.
"Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!"
Lamentaciones 3:23
Dios te bendiga
DC
Nota: La imagen mostrada fue tomada del blog roadsweetroadtv.
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