4 de agosto de 2013

El viaje I

¿Por qué muchas veces tenemos que esperar a estar en el peor momento de nuestras vidas para regresar a ver a Dios? o una vez que estamos en el fondo de nuestros problemas recordar que existe un Dios y buscarlo desesperadamente aunque antes no nos importaba.

Si preguntas el testimonio de algunas personas cercanas a tu vida, te podrás dar cuenta que muchas de esas personas llegaron a Jesús porque se encontraron en la peor situación que pudieron pasar o porque estaban tan desesperados por las cosas que estaban viviendo que sentían que lo único que les podía ayudar es algo que conocían que se llamaba Dios.

O muchos de nosotros a veces tenemos la bendición de nacer en un hogar cristiano, sin que esto quiera decir que no hemos experimentado la misma desesperación por no encontrar la solución a nuestra peor situación. Pues el hecho de que muchas personas nazcan o crezcan  en un hogar cristiano, no asegura que esta persona será por su vida entera un@ verdader@ hij@ de Dios. Creo que el caso mas común para demostrar esto último, es cuando el hij@ del pastor se convierte en todo lo contrario a lo que espera la sociedad de un hij@ de un pastor.

A la final lo que quiero decir es que puedes pasar por un momento de tu vida en la cual te alejes de Dios por completo, por más que hayas nacido en un hogar cristiano o no. La pregunta aquí es, ¿por qué tener que esperar hasta ese momento de nuestras vidas para regresar a ver a Dios, para recordar que Dios existe y para recién en ese momento darnos cuenta que lo necesitamos?

Pensando en esta pregunta, me di cuenta que nosotros como personas somos los que "esperamos" hasta este momento; hasta el último para regresar a ver a Dios. Y es porque como pecadores que somos todos, nuestra naturaleza es alejarnos de Dios en cada circunstancia que se presenta, y por lo tanto escoger el camino más fácil.

Sí, como estás leyendo. El pecar es escoger el camino más fácil, porque el seguir a Cristo es de valientes, es de personas y jóvenes decididos en ir en contra la corriente, en decir no a lo que Dios llama pecado, y en darnos la vuelta cuando sabemos que lo que estamos haciendo está mal antes los ojos de Dios.

Y esto es lo realmente difícil, porque para nosotros lo más fácil es ser aceptados por esta sociedad y porque somos débiles. Pero recuerda que no eres el único que pecas, todos lo hacemos cada día, unos más otros menos, pero en eso consiste la vida de un@ cristian@, en dejar que el Maestro nos enseñe como vivir en este mundo.

Dios te bendiga
DC

La imagen mostrada fue tomada de la página es.my-walls.net

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