¿Has escuchado a personas que dicen que son muy buenos en algo? ¿Que se presentan con los títulos académicos que han obtenido? ¿Y también te has dado cuenta que este tipo de personas muchas veces piensan que son mejores que los demás?
En una entrada anterior ya nos referimos acerca de la actitud que muchos de nosotros todavía tenemos, aún siendo cristianos. Y este tema no es para las personas que no creen en Cristo, sino para todos nosotros que decimos ser cristianos, pues el serlo implica cambiar de actitud para parecernos cada día más a Jesús.
No podemos decir que las cosas materiales que tenemos es porque nos lo merecemos, que los títulos obtenidos académicamente han sido porque somos muy inteligentes, que tenemos dinero por nuestro trabajo, etc. Pues nada de estas cosas son tuyas, sino de Dios. Dios es el creador de todas las cosas, el hombre simplemente es la herramienta de Dios para hacerlas realidad, pues somos por naturaleza creativos, mas el único creador es Dios.
"Así dice el Señor:
Que no se gloríe el sabio de su
sabiduría, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza. Si
alquien ha de gloriarse, que se gloríe de conocerme y de comprender que
yo soy el Señor, que actúo en la tierra con amor, con derecho y
justicia, pues es lo que a mí me agrada.
- afirma el Señor - "
Jeremías 9:23-24
Por lo tanto, piensa en que si has obtenido títulos es por la misericordia de Dios que ha permitido que estudies, que tengas esa capacidad intelectual, que te ha bendecido con lo necesario y muchas cosas más para que vivas en este mundo, que si tienes un trabajo, es porque gracias a Dios tienes la capacidad de realizarlo, tienes la fuerza para ir cada día. Nada de lo que tú tengas, por más que te hayas esforzado es tuyo. Pues nosotros somos simplemente administradores de lo que Dios nos ha dado, el dinero, la salud, las cosas materiales, la inteligencia, dones, talentos, etc.
Y no creas que tú eres intocable, pues tarde o temprano te enfermarás y por más dinero que tengas, si Dios lo quiere, puedes sufrir mucho por esa enfermedad; que no siempre puede que tengas dinero o abundancia económica, pues pueden venir momentos en los que no tengas nada que comer. Y que por mucho que te esfuerzes y acumules riquezas, bienes, títulos nada de eso te hace más importante que nadie. Y mucho menos por eso serás salvo.
"Entonces Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo:
- Si alguno quiere ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos."
Marcos 9:35
Dios te bendiga
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