3 de junio de 2012

Tropiezos y perdón

En esta semana quiero compartir con ustedes mis amig@s un pasaje que está en Lucas 17:1-4

Luego dijo Jesús a sus discípulos: - Los tropiezos son inevitables, pero ¡ay de aquel que los ocasiona! Más le valdría ser arrojado al mar con una piedra de molino atada al cuello, que servir de tropiezo a uno solo de estos pequeños. Así que ¡cuídense!
> Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. Aún si peca contra ti siete veces en un día, y siete veces regresa a decirte "Me arrepiento" perdónalo.

Lo dividiré en dos partes, una refiriéndome a los 'tropiezos' que a veces tenemos en nuestra vida, que como dice la palabra de Dios, son inevitables. Pero ten cuidado porque esto no quiere decir que tengamos permiso para 'tropezar' seguido.
Sin embargo, el punto importante es la advertencia que nos dice Dios para aquel que ocasione tropezar a sus hermanos. Por ejemplo, ¿si han escuchado a alguien invitarte a tomar, fumar, drogarse, robar, pelear, hablar mal de alguien, entre otros? pués es una manera de hacerte tropezar o mejor dicho pecar.
En definitiva no solo no lo hagas, tampoco lo digas tú. No peques por ti mismo, por el amor que Dios nos muestra cada día en nuestras vidas y peor aún no sirvas de tropiezo para que otr@ peque.
Pero si tu tienes la oportunidad de enseñar a alguien tienes más responsabilidad (Santiago 3:1) por lo que primero lo que debemos hacer es asimilar y poner en práctica en nuestras vidas.


 
La segunda parte se trata del perdón y no sólo refiriéndose al perdón hacia los demás por decirlo sino que toma en cuenta que reprender no significa destacar cada pecado que vemos en los demás, sino mostrarle a la persona su pecado para que este le preste atención, a fin de restaurarla en su relación con Dios y los demás.


Recuerda cuando te parezca que debes reprender a otro cristian@ por un pecado, revive sus actitudes antes de decirle algo. ¿Amas a esa persona? ¿estás dispuest@ a perdonar? A menos que la reprensión vaya unida de perdón, no le ayudará a esa persona.

Por otra parte, recuerda que Dios nos perdonó y sigue haciendólo cuando le ofendemos. ¿Quienes somos nosotros para no hacerlo? ¿Acaso somos más que Dios, que no podamos perdonar a los que nos lastiman u ofenden?. Entiendo que muchas veces es mucho más complicado que solo decirtelo, pero por lo menos inténtalo.

Dios te bendiga
DC

Nota: La imagen mostrada fue tomada de la página devotionalchristian.

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