29 de enero de 2012

La voluntad de Dios en el matrimonio

En una de las entradas anteriores ya habíamos tratado un tema relacionado con el yugo desigual en el noviazgo, en esta ocasión intentaré transmitirles lo mejor que pueda este mensaje sobre el matrimonio.

Genesis 24:2-7
Y dijo Abraham a un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi muslo, y jurame por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no tomarás para mi hijo mujer de las hijas de los cananeos, entre los cuales yo habito; sino que irás a mi tierra y a mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo Isaac.
El criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí a esta tierra. ¿Volveré, pues, tu hijo a la tierra de donde saliste? Y Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas a mi hijo allá.
Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu descendencia daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú traerás de allá mujer para mi hijo. 

   Tal vez nos parezca extraño el pensar que en estos tiempos una familia decida con quien deberíamos casarnos, a mi también, no lo niego. Pero recuerdo que hace un año mas o menos un pastor que vino del extranjero a darnos un seminario nos dio el testimonio de Dios en la vida de sus dos hijos.
El mayor más responsable, temeroso de Dios, buscó una esposa por su cuenta, ambos Cristianos, llevaban un matrimonio feliz experimentando varios traspiés pero han logrado salir con la ayuda de Dios; pero no han experimentado la bendición de un hijo.

   Su segundo hijo era un poco mas rebelde, pero después de asistir a un seminario para jóvenes regreso diferente, con una mentalidad totalmente opuesta a la que él tenia antes de su partida, al cabo de un tiempo le dijo a su padre que le obedecería en TODO, porque sabe que él sigue el consejo de Dios, fue su padre el que escogió una mujer conforme al corazón de Dios para esposa del hijo menor, no tardó la mano de Dios en fructificar su matrimonio, ha tenido la bendición de experimentar la provisión económica, en salud y también en su descendencia. Lo que nos demuestra que cuando la voluntad de Dios se cumple Él prospera todos los ámbitos de nuestra vida.
   
   Considero que como hijos de Dios debemos someternos a nuestros padres pero ojo, siempre y cuando nuestros padres sean hijos fieles de Dios y no los sirvan a medias tintas, de lo contrario estarán actuando en su carne.

2 Corintios 4 6:14
No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo?¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo.

      
   Recordemos este pasaje visto anteriormente en el blog, para mi es algo muy fuerte ya que ha llegado a mi vida de muchas maneras, sobre todo porque he pensado que si amo a Dios voy a hacer su voluntad, y la palabra de Dios es tan clara y tan fuerte en ocasiones. Pero antes que nada debemos entender que Dios no se equivoca y como cristianos sabemos que no se puedes servir a dos señores, si mantenemos una relación, en este caso un matrimonio, en yugo desigual solo hay dos opciones o el cristiano se aleja del camino y vuelve sus ojos al mundo, o el incrédulo conoce el verdadero amor de Dios.

   Finalmente el escoger una pareja para un paso tan importante como lo es el matrimonio, es tu decisión ya que el hacerlo depende de cada uno. Piénsalo, ¿quieres una vida llena de bendición? o ¿cortarás la bendición para ti y tu descendencia?


Si tienes dudas aún sobre el yugo desigual, estos enlaces te pueden ayudar.

Dios te bendiga
Fe&GoD

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