El tema de esta semana es confontación. Y se refiere al hecho de que muchas veces cuando estamos en pecado y queremos conversar con Dios sentimos que no nos escucha (o es lo que creemos), pero en realidad es que Dios no puede hacerlo por el pecado que nos a separado. Y me refiero a cualquier pecado como mentir, robar, pelear, engañar, etc.
Pero en ciertas ocasiones Dios nos confronta por medio de otras personas como un pastor, padre, amigo, madre, herman@, etc. Y generalmente reaccionamos de manera agresiva, como consecuencia del pecado porque creemos que no nos pueden decir nada.
Esta es la actitud que tuvo el Rey Josafat cuando se refierió a Micaías, profeta del Señor.
El Rey de Israel le respondió: - Todavía hay alguien por medio de quién podemos consultar al Señor, pero me cae muy mal porque nunca me profetiza nada bueno; sólo me anuncia desastres. Se trata de Micaías hijo de Imlá.
2 Crónicas 18:7.
Debemos recordar que es nuestra obligación pedir perdón a Dios por nuestras ofensas, y cambiar de actitud como lo mencioné anteriormente en otra entrada, pero además pensemos que si Dios nos confronta es para ayudarnos a dejar atrás nuestros malos hábitos, yo sé que no es fácil y que con palabras suena sencillo, pero no por eso debemos tener una actitud de orgullo al no querer escuchar que estamos en pecado.
Dios te bendiga
DC
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