Eh pecado y me siento mal por haber lastimado el corazón de mi Dios, que lo único que hace es amarme. La desobediencia es el peor acto cometido por el hombre y nos aleja de su presencia. Obviamente recibimos las consecuencias de nuestros actos pero lo más importante es pensar en el dolor que siente nuestro Dios al ver que nos hacemos daño al alejarnos de su bendición.
Por esto quiero compartir un versículo que no es muy conocido, pero que es de gran importancia para comprender la magnitud de nuestras ofensas.
Cuando un espíritu maligno sale de una persona, va por lugares áridos buscando un descanso. Y al no encontrarlo, dice: "Volveré a mi casa, de donde salí". Cuando llega, la encuentra barrida y arreglada. Luego va y trae otros siete espíritus más malvados que él, y entran a vivir allí. Así que el estado final de aquella persona resulta peor que el inicial.
Lucas 11:24
Cuando Dios nos restituye de nuestros pecados somos como ese cuarto barrido y arreglado, pero cuando no estamos lo suficientemente apegados a nuestro creador es que el espíritu maligno y 7 más malvados entran en nuestro corazón (pensamiento) y terminamos en un estado peor.
Recuerde que cuando Dios nos perdona, debemos dejar de hacerlo. No quiere decir que ya que nos perdonó debemos volver a lo mismo. Y que en esta lucha que es la vida diaria no estamos solos, Jesús es quien nos ayuda en los momentos en los que queremos pecar.
Dios le bendiga - David
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